Hay que escucharles con una mente realmente abierta ya que su humor lo exige para no caer en críticas estériles o censuras. Las tres bandas han llegado a todo tipo de público y se han convertido, por derecho propio, en ejemplo del heavy más bruto y autocrítico que se pueda escuchar a ambos lados del Atlántico.
Hablamos de Gigatrón, Mojinos Escozíos y Mägo de Oz, quienes han sabido recuperar la esencia ‘heavy’ y revertirla con acidez. Los primeros salen de la escena “underground” y arriesgan con unas letras vulgares y desternillantes que exigen lucidez, comprensión y gran sentido del humor. Los segundos, consagrados en España, ahora cuentan sus desventuras en México junto a El Tri. Los terceros fueron acogidos con gran éxito por toda América Latina.
Gigatrón: Desde El Subterráneo
Fueron los primeros en trascender a partir del boca a boca, entre censura y censura y gracias al humor. Gigatrón salió a escena con un disco “Los Dioses han Llegado” – que ellos sitúan hace más de treinta años-. Sin embargo, el grupo que confiesa que Manowar, Kiss, Europe, AC/DC y tantos otros les tuvieron como inspiración, no se sitúa en ningún momento concreto de la historia ni en un país de terminado.
Lo que cautivó a miles de seguidores que rieron gracias a los ritmos y letras – imitando el inglés- de “Touch Me the Guitar”, “Tetoishons and Mejillions” o “Te Peto el Cacas”, fue la espontaneidad que tenían para convertir en hilarante el estilo de las bandas míticas del “heavy”. Un “Highway to Hell” de AC/DC que, por ejemplo y según ellos, procede de su mítico “Del cielo a Teruel”.
La jerga de barriada de Charly Glamour (voces, sexo, himnos y metalconsejos) se completa con la contundencia sónica de Mike Ferralla (guitarras, mandolinas, tampones y purpurina), Frank “El Tachas” (guitarras, oboes, hachas, martillos y escoplos), Mazinger Molina (Bajo horrísono, caderas, picos, lenguas y uñas) y Bestia Indomable (Baterías, cachiporras, tambores de guerra y tubos de escape). Esos son sus instrumentos a tenor de lo expuesto en su nuevo álbum que lleva por título “Mar de Cuernos”.
Reírse de Todo
Gigatrón está repleto de estereotipos canallas, exabruptos soeces, clichés de pandilla y de adolescencia indolente. Pero, más allá de su aparente vulgaridad, la capacidad que tienen para hacer pensar – tras reírse de ellos mismos y conseguir que lo logremos los demás con semejantes barbaridades- cosecharon un triunfo sin precedentes en las calles de España gracias a su carácter indomable y “underground”.
El propio Joey Tempest (de la formación Europe), inquirido acerca de esa composición que recuerda al “The Final Countdown” preguntó por ellos y no hay músico de “heavy” que se precie que no haya sentido cierto rechazo a la exposición de sus hábitos como comunidad a través de sus letras. Por otro lado, la calidad de sus cualidades vocales (tanto los agudos como los graves al más puro estilo heavy son hilarantes y perfectas) y la contundencia de sus guitarras avalan el producto.
Para comprenderles hay que estar en sintonía, poseer un humor irreverente y arriesgado y someterse a la autocrítica más lacerante. Sólo entonces se podrá asistir al conjunto de sus declaraciones sorprendentes cómo: “Nos favoreció la piratería porque Internet es la libertad y es un terreno en el que el fanático se puede mover para buscar. Como Gigatrón nunca hubiéramos tenido la posibilidad de introducirnos en las mentes de las personas si no hubiera sido como un virus. Cómo la gente ha ido peleando por encontrar ese primer álbum ha sido fundamental. Con nuestro nuevo trabajo, “Mar de Cuernos”, hemos querido brindar la oportunidad de tener, además, un disco fantasma (“Hit Trash Hit”) en la red, que a medida que se va escuchando desaparece”, destaca el líder de la formación.
“Como Charly Glamour te cuento que “Hit Trash Hit” -al que se accede con una clave incluida en el disco- está compuesto por versiones muy populares que son nuestras, fueron los otros grupos las que nos las robaron. Lo que pasa es que como no nos ajustamos a las leyes humanas, no hemos podido salir del paso”, prosigue.
Anti-pijos
Como en las grandes tradiciones musicales, siempre ha habido enfrentamientos entre sus distintos seguidores. Los miembros del combo subrayan – con ironía, gracejo y broma- que “a los pijos (pitucos, fresas, sifrinos o gomelos) les gusta que les “den caña” porque como quieren tener la piel tersa, necesitan que los azoten y Gigatrón es ese castigo. Contra ellos combatimos pero como concepto. Creo que siempre habrá “pijos” y “heavies”. En un lado estamos nosotros y en el otro nuestros enemigos (risas)”.
Cierto es que la legión de seguidores es amplia. El cantante lo refiere así, “No sólo somos los dioses del metal sino que tenemos de nuestro lado a una jauría de fieles seguidores. Hemos tenido hasta boicots en nuestros conciertos y amenazas, pero cuando se encuentran con el ejército que es nuestro grupo de ‘fans’, cambian. Somos inviolables y nadie nos puede toser (risas). Aunque, realmente como seres humanos somos simples mequetrefes que tocan instrumentos, meros instrumentos del mal”.
Mojinos Escozíos: Humor Sin Restricciones
La primera vez que colaron su nombre en el “star system” fue gracias al actor Antonio Banderas que no dudó en portar una de sus camisetas y posar frente a las cámaras. Los Mojinos Escozíos (en México se les denomina “nalgas rosadas”) son la banda de “heavy” hilarante más reconocida en España. Con casi diez años de carrera a sus espaldas, su humor sin correcciones políticas, su amor por la estética del cómic y una capacidad camaleónica por parte de sus miembros (El Sevilla – cantante y líder-, El Puto – batería-, el Zippy – bajista-, Vidalito – guitarras- y el Chicho – guitarras-) llenan salas y auditorios amplios.
“Mojinos Escozíos” (1996) fue su primer álbum y como éste título homónimo indicaba, enseñaban en su atrevida portada el por qué de su nombre. Letras irónicas, ácidas y apegadas al lenguaje coloquial son completadas con una puesta en escena divertida y unos instrumentistas (con especial atención a las guitarras) de primer orden.
“Con Cuernos y a lo Loco” (2005) es una oda a la amistad, a la broma y a los bares. Todo ello salpicado con el particular hacer de El Sevilla, en ratos libres invitado estelar en las pantallas de televisión o redactor de la prestigiosa revista humorista “El Jueves” (la más irreverente de las publicaciones españolas). Por ello, este nuevo álbum cuenta con las caricaturas del genial Vizcarra en el diseño del libreto.
Como en el caso del último álbum de Gigatrón, ellos también le dan su espacio a los cuernos. “Nos gusta el humor que puede surgir en torno a los cuernos y la figura del cornudo. Le sacamos un homenaje a nuestro bajista, el Zippy, porque los lleva con orgullo y son los más grandes de su barrio (risas)”.
Este nuevo trabajo posee algunos de los solos más poderosos del heavy, algo que no pasa desapercibido para el letrista y líder, “es mi favorito”, confiesa El Sevilla. Además, fueron los primeros en integrar DVD y disco como prueba de generosidad. Algo, que con los nuevos tiempos, no se valora como antaño.
Me Vale, Vale, Vale…
Preocupados por las críticas exacerbadas en torno a su humor, se han adelantado con el concepto del mismo. “Esa fue una de las decisiones por las que escogimos el rol de vikingos porque si hablas de alcohol, te acusan de “rollo chungo” y de hacer apología. Sin embargo, si eres un vikingo que bebe, la cosa se afloja y se entiende de otra manera. Así que si utilizábamos ese rol, supusimos que los críticos con mal humor nos perdonarían algo”, destaca el líder de la formación.
Existe un poso amargo en las declaraciones de El Sevilla por las que no tuvieron una buena experiencia en México D.F. Allá hubo dos posibilidades bien distintas de darse a conocer. “Una en un festival para tantear qué tal nos recibían y qué interés se tenía. Otra fueron once días con ocho conciertos programados, a lo grande, mucha publicidad”. A pesar de ello no tuvimos éxito. La primera cita fue en la localidad de Huatulco (a seiscientos kilómetros de Acapulco), en un festival bajo el epígrafe de “Música por la Tierra” del que dice: “nos decepcionó sobremanera”.
“Cuando llegamos allí nos arrepentimos de haber estado. Una zona totalmente virgen, con especies que nunca en mi vida había visto… de hecho, tenía la idea de que íbamos a ir a un festival “hippie”. Y resulta que estaba todo lleno de hoteles, construcción y más que nada era un reclamo publicitario sin respeto a la tierra ni a la naturaleza”.
México: Territorio Insospechado
Todo parecía que iba a cambiar en su experiencia urbana. Sin embargo, los once días de México D.F. no fueron un camino de rosas. “Allí El Tri es como Miguel Ríos, 30 años haciendo ‘rock and roll’, una garantía, y tuvimos a toda la prensa al lado por ello. Pero no hubo éxito porque allá charlan otro idioma. El mexicano no habla español y lo que para nosotros es el sentido de una palabra, para ellos es algo radicalmente opuesto. La jerga es distinta”.
La barrera idiomática puede ser un elemento infranqueable cuando la letra, la expresión y su contexto urbano cambia el significado. Su experiencia junto a El Tri es sorprendente.
“Con todo lo que hay, te aseguro que tuvimos más suerte que ninguno porque íbamos con El Tri – que es un dios allá-. A pesar de éso, las bolsas de orina fueron para otro grupo, hubo quién se sentó al piano y duró cincuenta segundos, otra cantante que acabó con una raja en la cara porque le lanzaron una loseta del suelo (quince puntos de sutura), a otro gran rockero español le dieron con un vaso y duró dos canciones. Te estoy hablando de teloneros de El Tri. No te digo los nombres por respeto”, prosigue, “es curioso que te encuentres – cuando sólo vas a tocar- con reivindicaciones políticas o peligro”.
Versátiles
Mojinos han tenido la capacidad de actuar en carteles insospechados. Han tenido la versatilidad de ser apreciados por aficionados del flamenco y la rumba, el “rock and roll” y el “heavy”. “Hemos tocado con María del Monte e Isabel Pantoja o entre Napalm Death y Manowar, de cabezas de cartel. Nos escucha mucha gente. Los pilotos, los camioneros… porque todo el que hace carretera es ‘fan’ de Mojínos”.
Mägo de Oz: Celtas Contemporáneos
Para Mägo de Oz la situación parece distinta. Desde que visitaran México por primera vez, su éxito en España se ha incrementado. La formación que defiende con épica la fusión de la música celta con el heavy metal es la banda con más conciertos a sus espaldas.
Sus influencias están claras, “No queríamos hacer lo que realizaban Barón Rojo, Obús ni Ángeles del Infierno… sino algo con raíz española y que no fuera una fusión demasiado falsa. Es más fácil de lo que la gente se cree, pues la música celta es la alegría hormonal del “heavy”. Rechazo los pasajes lentos y me quedo con la parte más rítmica. A ésto añádele el ritmo de los 70 y los 80”, destacaba el batería y líder de la formación.
Su disco “Gaia” consiguió ser platino en España y les llevó de gira por El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Bolivia y Chile.
Su líder y baterista, Chus, lo comentó en ese momento de esta manera: “En América hay un hambre de conciertos y de rock increíble. En Latinoamérica sí que existe el fenómeno ‘fan’, este año visitaremos ocho países durante tres semanas.
