Los trastornos relacionados con la autoimagen y las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en las consultas de los psicólogos. La dependencia de Internet, el teléfono móvil o los videojuegos, plantean nuevos trastornos. La preocupación desmedida por lo sano y la búsqueda de la perfección física también hacen estragos.
Muchas Adicciones
Al trabajo, al sexo, a la televisión, a las autopistas de información, al trabajo, a las compras, a la comida, al juego, a la vida sana y al cuerpo 10. No sólo los toxicómanos, alcohólicos o las personas con una dependencia de alguna sustancia química se consideran adictos. Cada vez más personas están enganchadas a estas “drogas sociales”, muchas veces sin darse cuenta. Asunción llama 20 veces a su novio con el móvil para contarle cualquier nimiedad. Pablo trabaja más de 72 horas a la semana y se lleva tareas a su casa. Luisa se pasa horas y horas en el gimnasio, contando calorías, leyendo las etiquetas de los alimentos y pesándose en la balanza del baño. Jorge pasa la mayor parte de su tiempo libre delante de la pantalla del ordenador y pulsando frenéticamente el teclado.
¿Qué tienen en común los cuatro? La dependencia patológica: necesitan dedicar cada ves más tiempo a un objeto, relación, actividad o comportamiento, no pueden resistirse a ello y si no obtienen el estímulo placentero que alivia momentáneamente su ansiedad, sienten un profundo malestar y desasosiego.
Según el doctor Francisco Alonso-Fernández, presidente de la Asociación Europea de Psiquiatría Social, “nuestra sociedad occidental ha desarrollado una verdadera civilización adictiva, y la adicciones sociales son una entidad patológica con un carácter epidémico desde las postrimerías del siglo XX”.
¿Por qué?
“El estrés excesivo, la soledad, la desestructuración de la familia y el notable aumento de la depresión en ambos sexos, tan propios de nuestra cultura de la opulencia, son los principales factores desencadenantes”, señala el especialista.
En su libro “Las nuevas adicciones”, de TEA Ediciones, Alonso-Fernández, analiza estos “nuevos jinetes del Apocalipsis, cuyo denominador común es que anulan por completo la libertad de la persona, se caracterizan por una dependencia hacia un objeto no químico que anula el control sobre el acto generado por un impulso, y crean una relación anómala y absorbente”.
A su juicio esas nuevas adicciones son siete: al juego, comida, compras, sexo, televisión, trabajo e Internet. Pero para algunos expertos, la lista es más amplia y no para de crecer, y abarcandes de la búsqueda patológica de la perfección física o la preocupación desmedida por lo sano, hasta la obsesión por las nuevas tecnologías de la información y la telecomunicación.
Nuevas Adicciones
Además de las ya clásicas patologías psiquiátricas de orden sociolaboral, los expertos están denunciando el acusado aumento de nuevos trastornos, que se encuentran a mitad de camino entre la moda, la enfermedad y los trastornos psicosociales.
Entre ellos, las dependencias electrolúdicas y los trastornos asociados con la autoimagen son los más destacables.
Entre los nuevos trastornos relacionados con el estrés, se encuentra el denominado “burnout” o síndrome de agotamiento por desgaste profesional, relacionado con la denominada “adicción laboral”, que consiste en una dedicación abusiva al trabajo, en la que se buscan la perfección, el éxito y el poder, y se persiguen metas cada vez más alta, a menudo inalcanzables.
Al igual que ocurre con otras adicciones, en estos casos, la familia, los amigos y las relaciones sociales van quedando en un segundo plano, y pagan las consecuencias del problema.
