Jorge Leal, aceptando al paisa que todos llevamos dentro

By Alicia MonsalveApril 1, 2010Otro Rollo

Jorge Leal explora su identidad paisa 

Desde hace unos seis meses, un experimento social que comenzó por accidente ha venido generando en las páginas sociales de Internet la respuesta inesperada de un grupo de seguidores que ya alcanza a varios centenares. Se trata del proyecto “Inner Paisa”, donde un ex promotor de la escena rockera local a quien alguna vez se le conoció como “El Implacable”, invita a propios y extraños a asumir a ese “paisa” que según su teoría todos llevamos dentro.
La reacción, ha sido toda una sorpresa para el propio investigador que se vio de repente en el espejo con un corte de pelo parecido a las más vernáculas bandas del estilo regional mexicano y un bigotote de macho de telenovela. Aquí Jorge Leal nos cuenta lo que sintió al verse al espejo con esa recién descubierta parte de su identidad y las consecuencias inesperadas de este experimento.

Jorge Leal se presenta sin formulismos, “soy periodista, ahora historiador y activista de la escena local de rock en español y lo que se ofrezca después”. Quien se diera a conocer como uno de los promotores más precoces de la escena local en Los Ángeles a mediados de los 90, bajo el apelativo de “El Implacable”, es ahora todo un académico y está cursando su maestría en California State University en Northridge (CSUN) con miras a continuar posteriormente con un doctorado, “estoy muy interesado tanto en la historia urbana, como en American Studies, un estudio multidisciplinario donde se combinan sociología, antropología, así como historia y hasta geografía, para estudiar a las diferentes sub culturas, etnias, etc. que hacen a este país”, afirma. Pero lo que nos trae a su encuentro es una extraña foto suya que apareció en las páginas sociales hace ya unos tres meses y que, con el correr de las semanas, se ha convertido en un interesante experimento sociocultural, donde se mezcla la búsqueda de identidad con el morbo, el prejuicio y el orgullo, los componentes antagónicos que conviven en aquellos que son o fueron parte de algo y ahora pertenecen a otra cosa, los eternos conflictos de ser o parecerse a algo o a alguien y al final, de cómo reconocerse en grupo o frente al espejo. En este caso particular, aprender a aceptar a ese “paisa” que algunos llevamos dentro, aunque no lo no lo sepamos.

En las fotos, Jorge se presenta con un corte de pelo muy parecido al que llevan los cantantes de música regional mexicana, lleva bigote, o posa frente a un poster de una conocida estación de radio que promueve desde cumbia hasta corrido. De repente, el personaje de la movida alterlatina se había convertido en otro personaje… el ejercicio fotográfico se convirtió luego en un experimento social y luego de que lo compartiera en Facebook despegó para convertirse en un colectivo, una página web donde la gente comparte sus propias maneras de expresar al paisa que llevan dentro.

En su ensayo, Leal cuenta cómo comenzó todo: “Este foto ensayo explora el tema de cómo los cambios de apariencia en un individuo mexicano de sexo masculino pueden transformar la manera como él se ve a sí mismo, así como lo perciben otras personas. El proyecto, que tiene una buena dosis de humor, comenzó con un corte de pelo que me hice cuando estaba de visita en la ciudad fronteriza de Mexicali, en junio de 2009” (al norte de México, en la frontera con California). Dejemos que el propio investigador que llegó a los 13 años a Los Ángeles, proveniente de Guadalajara, nos expliique en detalle cómo ha sido la evolución de este ejercicio de búsqueda colectiva de identidad…

Jorge con bigoteUn Experimento social
Lo que ha sido bonito de esto es que ha sido una sorpresa en cada punto y observar  cómo agarró forma este proyecto. Originalmente, no lo concebí como un proyecto de identidad cultural, aunque como siempre pienso en eso, mi mente siempre está rodando hacia eso, de pensar en quiénes somos, de cómo los latinoamericanos, latinos, mexicanos, interactuamos y creamos una diáspora fuera de nuestros países y aquí en Estados Unidos, que es donde vivo y donde opera la gente que conozco.

Resulta en un determinado punto del año pasado tuve muchos viajes a México o hacia áreas muy mexicanas. Lo llamé el “Mexsetter” Tour, en vez de Jet-Setter” y lo que resultó es que en una de esas ya traía el pelo largo. Y mi pelo es rizado, chino, curly, colocho… etc. ¡hay tantas definiciones en la misma Latinoamérica! En fin, lo traía un poco largo y normalmente en un corte más o menos que pensaríamos, un poco “contemporáneo” o lo que tú quieras. Llegué a Mexicali y había este salón, la señora ya iba a cerrar y le dije, bueno “córteme un poco acá atrás y un poco aquí adelante”, y por 5 dólares me hizo un corte parecido a lo que sería “El Buki” y que después de un poquito de investigación es también el corte “paisa” de Colombia. Así me fui al D.F. y luego regresé a Los Angeles y es cuando mi entorno me empieza un poco a fastidiar: mis amigos, mis hermanas, decían, “mira, te quedó un poco paisa ese corte de cabello”.

Jorge Leal sin bigoteAhí es donde me empecé a preguntar, esto de qué es un paisa. Y la definición sería, “un latino recién llegado”. Y yo al final, soy un paisa y eso es lo que descubrí en este proyecto. Que llevo ya como 15 años aquí en Estados Unidos, que fui a la High School y luego a la universidad, que estoy haciendo un postgrado y he trabajado en empresas y estoy dando clases en inglés y en español y ¡sigo siendo un paisa!
Fue un punto de inflexión. Porque aunque llevo tantos años en esto, y que quizás uno dice “tal vez no estoy asimilado, pero ya no soy ese inmigrante reciente”. Pero, la manera como uno se puede vestir y pueden hasta ser cambios no tan drásticos, te pueden hacer ver como una persona recién llegada y notar que aún entre nosotros los latinos tenemos esos estigmas.

Así fue como empezó. Y en vez de cortarme el pelo, que justo ya me lo iba a cortar. Dije: ¿sabes qué, por qué no me lo dejo y veo cómo la gente empieza a reaccionar conmigo? Que eso también es muy interesante, porque debo admitir que esto de ser paisa yo lo veía como no tan cosmopolita, moderno y más bien apegado a unas tradiciones medio arcaicas, no solo para mí, sino para otra gente.

Me dejé el cabello así como por mes y medio y empecé ahora sí que a celebrar el paisa que hay en mí, en el sentido que también me dejé el bigote y veía como la gente respondía diferente hacia mí, aún gente que ya me conocía y que empezaba a tratarme de una manera diferente. Eso fue muy interesante y fue donde ya a empezó el ejercicio como más sociológico, y lo digo: tanto externa, como internamente.

La investigación: frente al espejo
Originalmente, no pensaba hacer mucho con esto. Pero, como trabajo en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles  y también allí tenía este tipo de interacciones, lo que se me ocurrió fue hacerme un ensayo fotográfico, empujando un poquito hacia el estereotipo paisa, tanto con ropa común como también con ropa más paisa, como las camisas bordadas, pero nunca llevando botas ni sombrero, sino mas bien los rasgos más naturales o propios de una persona.

Hice el ensayo fotográfico, lo puse en una red social (Facebook) y ahí fue donde empecé a ver que esto a lo mejor tenía algo más, que no solamente me hablaba algo a mí. Y empecé a obtener comentarios de gente que conozco, gente que no necesariamente son mis amigos del día a día y que muchas veces no participan en las cosas que uno pone, y empezaron a comentar. Fue también una sorpresa, yo no me esperaba eso, y por consiguiente me animé a escribir un ensayo. Lo puse en conjunto con las fotos y eso como que ha dado la vuelta, incluso hasta los círculos académicos.

Se lo enseñé a un profesor, uno de mis mentores. Igual no se lo iba a mostrar, le estaba enseñando otro proyectito de fotos que tenía, que es de los sites de los exrockeros, y no le interesó. Yo pensé que eso le iba a interesar porque era un asunto urbano y tal, pero me dijo: “ah, está bien, síguele con eso”. Pero vio una foto mía con el proyecto “Inner paisa” y dijo, “a ver ¿qué es eso?”. Y él solito se prendió mucho y se le hizo muy interesante, porque creo que este ensayo habla sobre esas relaciones, tensiones y obsesiones, fijaciones que tenemos intra-racialmente o intragrupo.

Usualmente, estamos pensando lo que sucede entre las diferentes razas o etnias, en esos puntos de contacto y puntos de tensiones, y creo que normalmente no se ha hecho mucho trabajo en nosotros entender cuáles son nuestros puntos de contacto y también esas tensiones. A partir de allí, ese ensayo ha dado como que la vuelta en esos círculos y he recibido feedback de otros académicos que están pensando en esas cuestiones intraétnicas.

Confrontando a su propio paisa
Fui a Guadalajara, lo he presentado en varios foros, y este es un proyecto que evoluciona, porque no me quedé como paisa. Me quité el bigote (porque tampoco nunca había tenido un bigote). Y ese es el meollo del asunto: que yo tuve también que arrancarme mis estereotipos. Es decir, los mismos estereotipos que yo tenía, tuve que confrontarlos y también destruirlos, internamente. Porque nunca pensé tener un bigote, decía “uhhhh, me voy a ver muy señor”, pero también tal vez pensaba “me voy a ver muy paisa, me voy a ver muy campechano”. Y al final, somos parte de la misma gente.

Uno a veces piensa, “ya tengo tantos años acá, o ya tengo un cochecito”, pero en general nos siguen viendo como latinos, aunque tengamos diferentes profesiones. Y a mí se me hizo demasiado interesante poder aumentar ese nivel de solidaridad que tenemos entre nosotros. Las divisiones siempre van a estar, pero una de las cosas que han surgido cuando he llegado a hablar y platicar sobre este proyecto, es cómo podemos entendernos más, de quiénes somos y aprender a confrontar esos prejuicios que tenemos, tanto raciales como de clase y de cultura. Creo que esa es la contribución que podría tener este proyecto para mí.

Importamos prejuicios desde nuestros países
Es interesante que lo estamos trayendo nosotros como latinos y lo aplicamos en nuestros grupos en la diáspora, fuera de nuestras fronteras. Entonces, para mí ese descubrimiento de yo también tenía prejuicios, aunque me considero una persona muy progresista y consciente, saber que los tenía yo mismo fue un descubrimiento y tuve que confrontarlos.

Las preguntas que se me  han dado, es lo que te contaba del bigote. Me preguntaban, “bueno, ya te lo quitaste ¿qué pasó?”. Creo que la gente piensa que esto va a ser un personaje. Y no es un personaje, es una manera de ver cómo nos reflejamos y cuáles son las reacciones que estas fotos le hacen sentir a la gente.

Veo mucho orgullo y eso me gusta, porque creo que al final todos tenemos esas costumbres, esas alianzas, esos gustos que pueden ser muy paisa y muy folklóricas y que luego no nos atrevemos o no queremos admitirlas.

Las calcomanías
Luego, empecé a hacer las pegatinas (calcomanías, stickers…) y yo no sabía qué esperar. También, aquí tengo que decir que el lado visual de este proyecto no soy yo. Yo no soy diseñador. Esto fue un poco el empezar a mover la red que tenía de amigos que son diseñadores. Y todos se ofrecieron, de hecho yo no les pedí y ellos me empezaron a mandar diseños basados en las fotos. Inner Paisa sticker

 

 

 

 

 

De ahí también sale el nombre del proyecto, porque originalmente se llamaba “Quiero ser un actor mexicano”, pero fue un amigo el que me sugirió el cambio. Jorge Infante, líder de Los Olvidados, que empezamos a tener una conversación virtual y me dijo: esto es algo así como “embrace your inner paisa”. Y él también se postuló a hacer las calcomanías, y un par de amigos más también. Así que ha sido algo muy orgánico.

Yo nunca me propuse hacer calcomanías, pero una vez que ya había como que un slogan, sentí que había la necesidad. Y también es eso. Al dar la calcomanía, yo me fijo y tomo notas de cuál es la reacción de la gente. Espero que no piensen que me estoy aprovechando de sus reacciones, sino que es muy interesante observarlo en esta era que vivimos, con las redes sociales y con la Internet, de cómo sentimos la necesidad de escribir algo cuando una persona pone algo en el Internet.

Eso fue lo que pasó en cuanto empecé a poner las imágenes. Había una reacción y la gente escribía, y entonces creé un grupo en Facebook, fue así como se incorporaron muchas personas que realmente no conozco y que comentan.

Es muy interesante, porque cada quien crea su definición de qué es un paisa y también hablan de porqué se sienten orgullosos de ser paisa, o cuáles son las partes de su personalidad que los hacen sentirse orgullosos de ser paisas. Creo que hay una gran gama de gente, desde gente que está muy cerca de al experiencia paisa, a gente que está muy lejos pero que sienten esa conexión. Y creo que esto es algo que solamente incluya al mexicano. Es el latinoamericano paisa, el paisano.

Difusión viral
Este no es un personaje, así que no tengo que cuidar a mi personaje, ni tapar nada. Además, yo fui promotor entonces ya sé lo que es pasar flyers, lo cual toma un poco de nervios al principio. Pero cuando empecé a sacar las calcomanías, que fueron unas muy artesanales que hice en un Staples, y las pasé el primer día, yo no tenía ni idea. Eran fotocopias recortadas, y en ese mismo momento la gente se las empezó a pegar, unos a otros, en los glúteos, en la espalda, enfrente. Fue un momento que dije, ¡ah! Para esto eran las calcomanías.

Luego, hice un tiraje más industrial pasaron como unos 5 días y yo mismo no sabía qué hacer con las calcomanías, no alcanzaba a pegarlas en ningún lado. Pero entonces, las empecé a dar y la gente respondía, “oh, esto está muy interesante”, o “me gusta”. Tenían estas reacciones y también tenían preguntas. Fue en el concierto de Ozomatli en Guadajara que las aventé al público por primera vez y al día siguiente ya noté que había calcomanías pegadas en la calle en Guadalajara, cosa que yo no hubiera animado a hacer. Y empecé a tomar fotos. Las publiqué y luego la gente me empezó a enviar sus fotos de donde las ponen, hay fotos de otros países donde la gente las ha puesto, y de situaciones donde la gente las coloca. Entonces, eso algo muy interesante, lo de no decir en donde ponerlas, porque tienen un diseño un poco artístico pero en realidad es un mensaje. No es que yo estoy en la calcomanía, sino celebrar al paisa, celebrar al paisa que hay en ti y es un mensaje dual en inglés y español.

También he tenido contacto con bandas regionales y es eso, que aunque yo estuve muy metido en la música moderna latinoamericana, como el rock en español y demás, esto no es como que tan musical, sino mas bien una cuestión de estilo (estética).

De hecho, la banda El Recodo es fan del “InnerPaisa” y eso me hace sentir muy bien, porque no me estoy mofando sino es celebrar esto, y creo que para los latinoamericanos es muy común esa experiencia de estar oyendo una música muy vanguardista, o muy pop y luego en una fiesta todo el mundo se pone a bailar con la banda El Recodo. He tenido acercamientos de grupos, y me dije: “órale, está bueno”. O sea que les gusta.

Quitarse el bigote
Jorge se afeita el bigote

Con bigote, me sentí un poco raro al principio. Ya después fue como sentirme mucho más mexicano que antes. Algo que quizás nunca había pensado, quizás por estar viviendo en una metrópolis como Los Ángeles y también, después de formar parte de una escena rockera como lo fui antes, después estar en contacto con otras etnias. Sí, voy a admitirlo, era una actitud implícita el tratar de estar neutral, de parecer no tan mexicano.

Y ya cuando me empecé a ver mexicano, quizás fue el momento más importante de esto, que de repente había mujeres que no me saludaban, en el mismo museo donde trabajo me preguntaban si hablaba inglés (aunque estaba identificado como staff del museo) y en la misma universidad en las primeras tres o cuatro semanas que fui con el bigote, después le pregunté a mis compañeros qué habían pensado al haberme visto con bigote, algunos dicen que parecía que era el estudiantes de intercambio.
Yo también cuando me veía en el espejo, tal vez veía a alguien medio extraño, pero también veía a mi familia, a mis primos, que vienen de un pueblo de Jalisco. Lo veía con al principio con extrañeza pero ya después con familiaridad. Era como que “ahora sí, soy yo”, y ya actuaba como “Jorge Leal, El Paisa”, pero no como un personaje sino como aceptando esa parte de mí.

Cuando me lo quité, es porque ya estaba haciendo calor (risas). Fue difícil, porque sabía que ahí iba a acabar esta parte del primer experimento, porque yo no pensaba que después de unos meses iba a seguir hablando de esto.

Técnicamente, pues también fue difícil, porque nunca antes me había dejado un bigote tan largo. Luego, me costó verme sin bigote, porque ya como que me había acostumbrado. Es que somos unos animales de rutina, y ya me había acostumbrado al bigote. Quitármelo fue difícil, y ya me volví a reconocer, pero ¡ya no era el mismo!

 

La generación anterior
A mis papás no se lo enseñe a priori. Y cuando me atreví, fue como una botana. Porque ninguno de mis padres se reconocen a sí mismos como paisas. Son mucho más urbanos, así que hicieron muchas preguntas. Y lo que sí te puedo decir  es que se sintieron muy orgullosos, porque fue una decisión un tanto científica, como investigación social y con un tinte medio artístico.
Es que lo del proyecto del “Inner Paisa” no es algo que sea solo propio, sino colectivo, porque la gente que está en el website, cuando colabora hace comentarios y tienen conversaciones entre ellos que yo no modero.

Con lo de mis papás fue así. Ellos empezaron a ver cosas, mi papá empezó a tomar fotos, a agarrar stickers y ¡los empezó a pasar! A mi mamá no le gustó mucho el bigote, pero porque nunca le ha gustado. Eso fue muy interesante, porque no se los conté luego luego. Porque, normalmente, las actividades de uno a veces no se las cuenta a sus padres, pues piensa que se les va el avión o que no las van a entender. En este caso, creo que lo entendieron muy bien.

Conclusiones de un experimento
Creo que el término paisa tiene una gran resonancia y creo que es un concepto tanto latinoamericano, como de otras lenguas romances, porque hasta un italiano se me acercó y me dijo, “oh, yo sé lo que es un paisa”. Con otras connotaciones, pero muy cercano al campo y a lo rural. Pero, también hay un lazo. Cuando uno dice un paisa puede ser un término afectivo. Aunque a algunos les pueda parecer un término despectivo, el estudio me ha ayudado a estudiarlo y me di cuenta que puede también ser afectivo, aunque tenga sus bemoles, hay un sentido de pertenencia con el término.

Por otro lado, corroborar que la gente como te ve te trata. Y te puede tratar de una manera diferente y eso creo que es una oportunidad personal para nosotros como latinos de no estereotiparnos en demasía. Hay muchos estilos de ropa, de cómo vestirnos y presentarnos, y a veces las generaciones son tan odiosas como necesarias, pero debemos ser mucho más tolerantes para  no caer en generalizaciones. eso fue lo que yo noté, porque yo soy una persona que siempre saluda a todos, y como cuando tenía el bigote de repente la gente me dejaba de saludar entonces te das cuenta de eso, era muy interesante, que como te ven, te tratan. Esa sigue siendo una norma y este me ha ayudado a confrontarlo. Y con la gente que he hablado sobre el antes y después, te puedo contar muchas anécdotas. Desde los que me dejaron de saludar porque dizque no sabían quién era. O de chicas que pensaban que era muy intimidante. Es eso, el comprobar cómo la apariencia cuenta.

Lo tercero, va con el primer punto un poco, el entender que como comunidad latina tenemos esa solidaridad. Y como que quizás podría ser un poco nostálgico el asunto de lo qué nos recuerda ser paisa, pero a mí me gustaría pensarlo y creo que de allí se construye una nueva identidad.

Quizás cuando nos quedamos pensando en la identidad, somos un poco obsesivos, pero de ahí empiezas a formular nuevas maneras de entender a tu comunidad, y en diferentes niveles económicos, de clase e intergeneracionales. Porque, si nos ponemos a pensar, tal vez el “Inner Paisa” es una persona mucho mayor que tú. Un proyecto como este revaloriza la identidad latina en EE.UU.

Hazte fan

Si sienten las ganas de celebrar a ese paisa que hay en todos, que puede ser tanto estilísticamente, como comida, como cultura, ahí están los websites (ver links más abajo). Y que también este es un proyecto que no es mío necesariamente. He visto en su naturaleza que es como un colectivo, entonces como que todos nos estamos reconociendo como paisas, y aunque no sé como a donde va, no tengo objetivos específicos,

Yo lo que quiero es seguir reconociendo y celebrando, sin importar a donde nos dirigimos, sino derribando todos esos estereotipos y viendo en realidad quiénes somos como personas, más allá de los modelos que se nos han impuesto.

 

 

Links
www.innerpaisa.com
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